viernes, 10 de enero de 2014

Un gato callejero llamado Bob



Estas navidades he podido disfrutar la lectura de esta preciosa historia real entre un músico callejero de Londres y su gato pelirrojo, llamado Bob.
Un gato callejero llamado Bob ha llegado al corazón de miles de lectores, primero en Gran Bretaña y ahora en el resto del mundo, consiguiendo vender más de un millón de ejemplares.

Cuando el músico callejero James Bowen encontró a un gato pelirrojo herido acurrucado en el descansillo de su piso, no podía imaginar hasta qué punto su vida iba a cambiar. James vivía al día en las calles de Londres y lo último que necesitaba era una mascota.
Sin embargo, no pudo resistirse a ayudar a un gato tan sorprendentemente listo, al que rápidamente bautizó como Bob. Enseguida los dos se hicieron inseparables y sus variadas, cómicas y, ocasionalmente, peligrosas aventuras acabarían transformando las vidas de ambos y curando las heridas de sus turbulentos pasados.

Es significativo como una historia tan sencilla puede llegar a tantos lectores, conmover tantos corazones, porque esta es una historia dura y triste que evidencia la dificultad de la vida en las calles, pero es sobre todo una historia de esperanza, de segundas oportunidades.
Los dos protagonistas, James Bowen, el autor, y Bob el gato, son seres desvalidos que luchan por tener una vida mejor.

La historia comienza cuando James Bowen, músico en las calles de Londres, encuentra al gato  Bob herido en el descansillo de su apartamento; a partir de este momento la vida cambiará para ambos. James comprueba que se trata de un gato con el que tiene mucho en común, es un gato callejero, sin dueño, por lo que decide adoptarlo, y así es como se convierte en su amigo inseparable que lo acompaña allá donde vaya. El músico debe ir cada día a tocar en el centro de Londres para poder subsistir, y el gato Bob le acompañará en este periplo llegando a hacerse muy popular, tanto, que el propio autor confiesa que consigue más libras de la gente cuando el gato Bob lo acompaña, tal es la atracción que ejerce el felino en los transeuntes.

Ambos arrastran un pasado turbulento,Bob porque viene de vivir en las calles, algo que no debe ser fácil, sobre todo en los crudos inviernos... y James Bowen arrastra una niñez difícil y en esos momentos se encuentra luchando para dejar definitivamente la metadona.El encuentro de ambos propicia que se ayuden mutuamente, Bob encontrando un hogar y Bowen vislumbrando un futuro libre de drogas y alejado de la vida dura en las calles.

Y es que tener una responsabilidad, cuidar de alguien para dejar de mirarse uno mismo tanto el ombligo sienta muy bien, te hace crecer y madurar, y este es el efecto que tiene sobre Bowen el aprender a cuidar de Bob, le hace madurar y lo que es más importante, creer en si mismo y en la posibilidad de luchar para tener una vida mejor.

Una bonita historia, sencilla y conmovedora. Un libro de agradable lectura y un canto a la esperanza.

Hace un año yo encontré a mi particular gato Bob, tenia un mes y estaba solo en la calle, hoy ya tiene un año, y adoptar a Tigre ha sido una de las mejores cosas que he hecho, porque tener un animal de compañía nos hace mejores personas.